Una constitución que “unifica”, en cambio, se forja en la necesidad de dar sentido de comunidad, de guiar una sociedad pluralista y democrática, de buscar la convivencia de fuerzas amigas o, en todo caso, no inexorablemente hostiles entre sí. Una Constitución que, lejos de ser un “ajuste de cuentas entre enemigos”, opere como “coordinación entre amigos”.
Por eso, la asistencia presencial y continua al colegio es vital para el desarrollo cognitivo y cultural de los estudiantes: el largo tiempo sin clases presenciales seguramente ya influyó en la capacidad de aprendizaje y en el adecuado crecimiento psico-socio-afectivo y emocional de los NNA, en especial de los más vulnerables.