Impacto generó la declaración de pandillas en Rio de Janeiro que declararon que si el estado no hacia su trabajo ellos lo harían. De esa forma declararon un toque de queda. Esta realidad no es del todo lejana.
Por un lado, hace ya mucho tiempo que en diferentes territorios las pandillas, el crimen organizado y el narcotráfico vienen reemplazando al estado.
Por otro, refleja la impotencia de ciudadanos que ven como mientras en otros países se paga el costo de actuar tarde, en los suyos la autoridad reacciona tarde. Incluso, ya vimos como ciudades y pueblos costeros optaron por cerrar sus ingresos, tras la masiva llegada de personas. A pesar de no ser organizaciones de crimen organizado, si comparten la impotencia de ver que el estado no les protege y toman acciones en sus propias manos.